"Gracias," le dije vièndo a sus ojitos azules, "te recordaré siempre."
Sereno, sollozò. Era un sollozo sereno, sì. No siempre, las despedidas, son tristes.
se arrodillò en la
arena,
recogiò
dulcemente
su
ùltima
làgrima
y se la donò
al mar.
"Ves el mar?
Es inmenso, majestuoso, hermoso, sòlo porque compuesto de infinitas gotas, cada una distinta y especial, ùnica, como cada persona. Puedes olvidarme, pero nunca de escuchar y admirar las gotas unidas, que bailan, que se aman y respetan. Esto es el mar, la belleza...la uniòn."
Sabio, el Viejo se marchò hasta desaparecer en el horizonte. Le contè sus pasos; eran trescientos sesenta y cinco.
Descansando en una roca blanca, suave, esperè pacientemente a Nuevo, quien con su vasta luz e intenso calor me diò esperanzas y la fuerza de seguir adelante, de luchar, de nunca abandonar la fe, de soñar la uniòn. Es suficiente donar una sola gota de nuestra inmensidad.
Bienvenido, 2011.
Que lindo el mensaje!!! Te inspiraste en la foto o lo habías escrito antes de tomarte la foto? Es que coinciden exactamente la foto con lo que dices. Qué chilero....
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